Dolor Neuropático

Desde el primer impulso de ayudar, para evitar el dolor y recorriendo todos los intentos de tratamiento, algunos efectivos, otros arriesgados; algunos planeados y otros fortuitos y hasta llegar a los comprobables científicamente, estos tratamientos siempre se deberían calificar como el deseo de limitar el sufrimiento, hasta considerar en la actualidad el alivio del dolor como un derecho humano.

La OMS define a la salud como un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades1.

Esta definición es poco comprendida por las personas, las sociedades y sus dirigentes, como lo demuestra la limitación de respuesta sanitaria y social, en el mundo entero, ante la pandemia iniciada en el 2020.

La salud no es solo la ausencia de alguna enfermedad y el dolor neuropático es un estupendo ejemplo, donde puede o no advertirse la causa que lo ha generado y así sin enfermedad aparente, el malestar se convierte en dolor con caracteristicas específicas, algunas veces soportable y muchas otras veces incapacitante con franca alteración de la calidad de vida, con problemas en la respuesta psicológica y laboral que suele afectar a la familia de quien lo padece y a su grupo social.

Los diferentes síntomas, en ocasiones similares a pesar de diferentes causas patológicas, hacen dificil el diagnóstico y durante su evolución, casi siempre tórpida, suelen buscar el alivio del dolor sujetándose a diversos tratamientos, aunque con frecuencia sin buenos resultados, lo que hace que la cronicidad que acompaña a este problema y la ansiedad de quien la sufre vayan paralelas.

Identificar en forma temprana las causas que pueden provocar la presencia permanente del dolor neuropático es un primer paso para realmente limitar el sufrimiento de quien lo padece. Una vez identificada la causa, lo segundo, pero no menos importante, es aplicar el tratamiento oportuno, apropiado y en consonancia con la evidencia aplicable en las diferentes fases, aguda y crónica, con un abordaje integral.

Mantener esta visión es indispensable para todos los médicos, sin importar si se dedican a la práctica general o especializada, con lo cual se lograría el control adecuado del dolor y sus consecuencias. Igualmente importante es identificar en qué momento un paciente se debe derivar a las clínicas del dolor, ya sea por respuesta inapropiada a los tratamientos establecidos o por requerir un abordaje que solo puede proporcionarse en estas áreas clínicas; finalmente lo que interesa es controlar el dolor y lograrlo es un éxito para todos.

Deseamos concretar estos objetivos en 3 documentos de consulta para quienes atienden a estos pacientes.

Conocer el control del dolor como un derecho humano.

Identificar la importancia del alivio del dolor en la búsqueda del equilibrio bio-psico-social de los individuos.

Conocer y comprender la definición de dolor y de dolor neuropático.

Comprender e identificar la importancia del diagnóstico oportuno y el abordaje apropiado del dolor neuropático.

Distinguir las diferentes causas de dolor neuropático.

Observar y aplicar el tratamiento específico para el alivio del dolor crónico neuropático.

Prevenir y percatarse de los posibles efectos secundarios de los diferentes tratamientos del dolor neuropático.

ATENTAMENTE

DRA. MARGARITA E. ARAUJO NAVARRETE

Y COAUTORES.